Llegada a la ciudad de Tallín, capital de Estonia, una ciudad pequeña pero preciosa,con una ciudad medieval preciosa. Una ciudad de cuento, con sus tejados, iglesias, calles adoquinadas, un mercado medieval precioso. Unas calles para pasear y disfrutar, pero eso es lo malo que las excursiones son tan cortas que no tienes tiempo de saborear tantas cosas bonitas..
Que preciosidad de crucero, ahora entiendo tu estado de animo recién llegada, lo echabas de menos. Un beso
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